alcides rojas

Madeja

Aquí estoy yo

nuevamente con las manos vacías

mi voz ya no es agradable

no encuentro referencias dulces

Aquella voz trajo a la muerte

y por las noches en mi boca

vertió el elíxir de su boca

 

Aquí estoy yo

culpable

pues yo y sólo yo la dejé entrar

y detuve el llanto que incoó

y para mi mente necrosada

ella es una condena perpetua

 

Aquí estoy yo

en el ámbito de lo extraño

y lo peor es que no puedo negarlo

si no fuera así no maldijera tanto

ni tuviera conciencia de sus pasos

 

Aquí estoy yo y aún miro

paso y repaso la dermis de la tierra

brisa sublimada contenedora de sueños

como el pan de la mentira

una contradicción

el pregón de una burla

Aquello vuelve a ser indivisible y subrepticio

lo recordaré aunque no quiera

ahora tengo un rostro pétreo

incubo algo malo

Así

a secas

el mal demarca mis rasgos

 

Aquí estoy yo

afligido

les deseo un camino libre de aflicciones

porque seré un visitante de tropiezos

y les tenderé las sombras que hacen daño