Alfonso J. Rodríguez M.

FORJADOR DE ENSUEÑOS

 


Sobrevolando los cielos

y esculpiendo las nubes

el forjador de ensueños

al infinito sube.

Detrás deja el cansancio

de los días amargos

donde sus ojos fueron

acopio de letargos.

Quiere borrar tristezas

y efectos multiformes

que vivió en la comedia

de una mujer sin nombre.

Se nutre de esperanzas,

le nacen nuevos bríos
cual lluvia que alimenta

el caudal de los ríos.

Sigue... sigue ascendiendo

no detengas tu vuelo

que al final de la puesta

vuelve a brillar el cielo.