Hoy frente a mi
se abre este camino inesperado
como un brazo furioso
desgarrando un horizonte de serpientes
aún más furiosas que las filosas piedras
de un sendero que aniquilarme quiere
Hoy frente a mi
al borde de un tiempo sin espacio
tu recuerdo es una mueca repetida
insignia de un tal vez
de un pudo ser
de todo lo que tu vuelo presuroso
dejó de lado.
Ya no queda un paso de regreso.
Una estela ponzoñosa
aniquila infalible todo rastro.
Porque te juro que el tiempo
logró aquello que tu vanidad
no esperaba
torcido anhelo de luto racional
no soy más la sombra de tu luz
ni el último remanso de tus excesos.
Qué hacer con las calles aguardando
con los parques y sus bancas
con todo lo que fuimos
y no puedo más contener
porque hurgando en tu recuerdo
encontré el olvido
y la gaviota se hizo escarcha
en nuestro mar
por eso
hoy frente a mi
el último clavo de mi cruz
perfumado en sangre nueva
ha de ser la pluma
que transforme la imagen perpetua
de mi espejo.