Si conocieras mi tristeza, aunque sea solo un fragmento de ella.
Si la conocieras, te aseguro, que en tus ojos el dolor se haría líquido,
y se perdería en tus mejillas para morir de pena donde nacen tus besos.
Del viento vengo y al viento voy,
si juntara las lágrimas entre mis manos
me ahogaría eternamente entre mis penas.
Y sin alas seguiré volando, soy del viento,
vengo a buscarme, y sin encontrarme
volveré a marchar,
hacia viento nuevamente me voy.
Si me tomaras de la mano para soñar,
el frio rompería tus huesos y las pesadillas te harían llorar.
Te pido perdón, pero a un alma rota, no la cura un beso,
y a esta oscuridad el sol le tiene miedo, no amanece nunca más.
Lemos Maximiliano Daniel.
Todos los derechos reservados