Eres una emoción entre montañas,
iglesias y campanas.
“Cual rabo de cometa
tus barrios coquetean con el cielo.
Ciudad cuatro estaciones:
eres un corazón atravesado
por casas coloniales y canciones,
leyendas y poemas.
Ciudad de procesiones,
troles y rascacielos,
de circos instalados
cruelmente en las esquinas.
Niña cuando amaneces
mostrando la postal de tus nevados;
mujer, cuando en las noches,
te vistes de neblina
para que nadie observe tus desmanes.
Ciudad novia del cielo.
¡Tan mía y tan ajena!