Claro que volveré, de eso no tengas dudas,
de allá donde quedan las almas desnudas
porque las verdades no pueden ocultarse.
Traeré conmigo todo, equipaje completo,
mis miedos, mi sentir, mi amor, mi respeto
y hasta sueños que nunca pudieron darse.
No dudes que he de volver, eso es seguro,
sé que habrá oportunidades en el futuro
para enderezar un presente inconcluso…
Habrá tiempo para imponerme castigos,
por todo lo que me acusan mis amigos
y por las faltas de las que yo me acuso.
Claro que volveré, no tengo alternativa,
existirá algún poema en el cual escriba
las razones para un obligatorio regreso.
Aquí me verás persiguiendo mis pasos,
detrás de cada triunfo, de los fracasos,
sabes que lamentablemente, sé de eso.
¿Que si no vuelvo? No te lo plantees,
estoy ya más decidido de lo que crees
y yo ya hasta veo anunciada mi llegada.
No importa si ahora lejos voy a irme,
nuestra historia sólo cuando yo la firme
será en verdad una historia terminada.
Mientras tanto ¡aquí nada se termina!
La vida a separarnos hoy nos destina
pero acá tienes mi promesa de volver.
Mucho tiempo quizás ha de pasar,
pero sabrás que si fue un juego amar,
un hombre nunca te amó para perder.
Es verdad que por el momento, pierdo
y debo partir con tu olor en mi recuerdo,
aroma que percibiré en cualquier parte
y cuando regrese, ¡te lo juro mi amor!,
me iré tras el rastro bendito de tu olor
y no me resultará difícil encontrarte.
La vida tiene sus cosas, eso lo sabemos,
es posible que ya no nos encontremos
en el tiempo que teníamos previsto…
No me preguntes ahora cómo haré,
pero te aseguro que me las arreglaré
para que sepas que estoy ¡que existo!
Lo sé… seguro ya habrás envejecido
y podrá parecer que no tiene sentido
que después de tanto tiempo, regrese;
pero sea como sea y pase lo que pase,
habrá oportunidad para que te abrace
y al menos un día más para que te bese.
No sé lo que Dios al final de todo disponga,
pero no espero que de mi parte suponga
que me resigno a nunca volver a verte…
Confía en mí, he de volver, te lo digo yo
y al verme sabrás que Dios no me negó
el derecho por ti, a decidir mi suerte.
Poema original de Álvaro Márquez
Venezuela
Todos los derechos reservados
31/3/2014