Cuando agoniza la flor
Su gracia se debilita,
Poco a poco se marchita
Hasta perder el color.
Es terrible su dolor.
Y mi corazón se agita
Al escuchar como grita
De pesar el chupaflor.
En el jardín hay tristeza
Y pesadumbre en el prado.
En mi covacha de sueño
Ya no existe la belleza.
Ni el halo de lo sagrado.
Es señuelo de mi empeño.