taty merced

Desde la piedra...

Qué manera de labrar y qué prudente

Pues no le causa dolor cincel a piedra

Ni lastima el pudor que ella le entrega

Al dejarse tocar tan insistente.

 

Que divina empatía se declara

En esta seducción, de tal manera

Que da a la luz la imagen que ella espera

Y que aún concluida  no se acaba.

 

Pues se sigue admirando en la figura

Que se forjara desde el primer intento

En que se dio natural y a la segura.

 

Y como un ángel que se mueve con soltura

Su mano fue labrándole su cuerpo

Y con toque final la reconoció escultura.