Mariposas negras
revoloteando mi cielo
que se tornó gris con su presencia.
¿Son acaso mis temores?
No lo sé, pero sus negras alas
me invitan a volar sus universos
descoloridos e impresos
de vagas sombras que se deslizan
llevando a cuestas mis descoloridas
melancolías.
De pronto, se presenta ante mí
un negro abismo y siento
que ruedo por él, con los ojos abiertos
sin avizorar nada, solo la oscuridad de mi alma.