- Oiga, señor, ¿usted no es de por aquí?
de improviso oí que ayer me preguntaba
un hombre con babuchas y chilaba,
pues nunca por este barrio yo le vi.
-¿Es a mi, a mi?, dudando replicaba:
disculpe usted, señor…¿cómo se llama?
-Mohamed, para servir a Alá y a usted
-¡ah, Mohamed, vaya, vaya Mohamed!
por su aspecto eso mismo imaginé
al notar de su persona tal atuendo
dado que de disfraces algo entiendo
y que un sexto sentido voy teniendo
para detectar sin duda una manada.
-A mi, verá, no me identifica nada.
ha de saber usted que yo no tengo
ni dios, ni patria, señor y menos lares,
que yo soy de aquí y allende de los mares,
humilde, un caminante sin destino
que, cual Machado, va haciendo su camino,
incansable y proceloso trashumante,
que a veces mira atrás o hacia adelante
para un día se marchar por donde vino.
Nadie me conocerá por mis andares.
pues yo soy yo y no tengo referentes,
las cofradías me son indiferentes
rehén sólo yo soy de mi y mis avatares.