Contemplando en silencio aquella bella aurora,
Sus colores carmines, bienvenida sonora;
Ilusión que despierta, con su áurea corona,
¡Oh! bello amanecer, mi corazón te implora
Dejar atrás el ayer, mi actitud redentora
Y disfrutar feliz esta fe innovadora:
Hallaremos la dicha, bella esperanza aflora
¡Eterna primavera! ¡Mañana encantadora!