Te forme de sueños rosas,
de latidos insistentes que acosan/
las noches inquietas donde posas,
tus suaves manos/ que mi piel rozan.
¡Mujer! divina joya, de sonrisa de perlas/
que iluminas mis obscuros sueños,
esos; que en el universo son pequeños
y a tu lado/ se forman grandes estrellas.
-Ven- acompáñame en mi regazo/
que te espera en un mar de ocasos,
y con el alma pendiendo de un lazo/
que sostiene; al prisionero beso de tus brazos.
Pintemos juntos un “te amo eterno”
con la interminable tinta, del corazón sincero/
que te canta en sus versos: bellos te quiero,
y en la luna escribe; poemas dulces y tiernos.
Bella doncella, que revoloteas/ cual mariposa,
de arcoíris las alas y ojitos color de noche/
-ven- acércate; no hagas mas reproche/
solo quiero beber de ti… el néctar de tu boca.