Vivo de tus recuerdos, de momentos bellos, de un tiempo que junto a ti fue eterno, y vivo de la melancolía que fue lo único que me quedo de tu partida.
Vivo de tus besos que aún en mis labios conservo y vivo del aire que me dejo tu pelo, mientras se fue entristeciendo el cielo, cuando te alejabas.
Vivo, de tú sonrisa que aún recuerda mi alma y vivo de la esperanza de que vuelvas, al darte cuenta de que no vale la pena continuar sin mí en tu andar.
Vivo del sentimiento que no muere, de un corazón que anhela volver a verte, vivo de la ilusión de pensar que aún en la distancia no me dejarás de amar.