Vienes como ola impetuosa,
chocanddo con mi pobre barca.
Vienes como aguila de rapiña
en busca del conejo que es mi vida.
¡Ah que osadia!
Vienes, porque no sabes irte
o eso quiero creer
al oirte venir.
Llegas y aturdes las estaciones,
volviendo esta primavera
en algo invernal.
¡Ah que melancolia!
¿A qué has venido?
pregunto callado.
¿Piensas quedarte más alla de estos suspiros?
mis labios tiemblan queriendo preguntar.
¡Oh! y el mar.
Estas aquí
y sé que no lo estas.
Haciendo posible
lo que va más alla de la logica humana.
Que poder el tuyo,
que placer el tuyo.
¡Ah! y tus plabras
de antidoto y veneno...