La nostalgia se tiende burlona al costado del camino
Para recordarme otra noche, otra lluvia, otro lugar…
Tus brazos sosteniendo mi estupor.
Los truenos y mis brazos acurrucando tu miedo.
El sueño largamente acariciado de dormir contigo…
¡No fue tan fácil en la realidad!
Amoldar mi cuerpo acostumbrado a la soledad
a ese cuerpo tuyo… nervioso y palpitante.
Tampoco es fácil no recordar el amor de ese momento
Sin volver a amarte con la misma intensidad,
Sin permitirme extrañarte y necesitarte tanto,
Hasta que me duelan las entrañas,
Hasta dejar rodar mis lágrimas y gritar tu nombre
Hasta que me duela la garganta.
Los dos tuvimos miedo…
Tú, de la tormenta y de quedarte.
Yo, de que te fueras.
Hoy, tal vez estemos otra vez en el comienzo…
Eternos fugitivos del tiempo y de la gente,
Buscando una caricia perdida en el silencio.
Una mirada cómplice o aquel pequeño gesto
Que sólo nosotros comprendemos.
Hoy, llueve y por un breve instante
He vuelto a tener miedo.
No estás a mi lado para contenerme y protegerme.
Mientras la lluvia desdibuja la orilla del camino,
Pienso que si todos los pasos se borraran bajo el agua,
No habría una huella que seguir.
Caminaría sin rumbo y sin embargo
Aún, bajo una lluvia como ésta, en la oscuridad
Mis pasos se encontrarían con los tuyos.
Si se borrara todo…
Tal vez la lluvia tuviera el mágico poder
De hacerme despertar entre tus brazos.
De hacerme comprender que fue un mal sueño,
Que me venció el cansancio y cerré los ojos
Apoyando en tu pecho mi cabeza.
Volver a aquel momento, bajo esos relámpagos.
Sentir tu piel estremeciéndose en mi piel.
Las gotas insistentes golpeando la ventana,
Envidiando tanto amor…
Porque era amor y yo lo sé.
Más la nostalgia se tiende al costado del camino
Y la soledad por dentro se me vuelve hiel.
Estamos juntos.
Sólo de vez en cuando…
¡No sé si un día será como esa vez!
Porque me amabas,
Yo sé que tú me amabas…
Pero hoy, si me amas…
NO LO SÉ.