Para qué me sirve el amor si ahora estoy triste.
y el futuro cercano me atenaza cada día,
si al abrir las ventanas de par en par en mi alquería
a la luz que ilumina, el resplandor se me resiste.
Presumir quisiera de que estoy a punto de volar,
que en este despegar prontas tengo las alas,
que presto y dispuesto estoy con mis mejores galas
que el futuro es lo mejor que pudiera imaginar.
Más, qué dura se hace la espera en la antesala
tan prolongada y tediosa ausente de deseos
llena de dudas, sospechas, angustia y titubeos.
Hoy siento que del bosque ya comenzó la tala,
ahora voy a asomarme a la ventana y otear
si veo que el invierno se aproxima. Y a esperar.