Seguro estoy de que son
Bellas hijas de la luna;
La rueda de la fortuna
Les dirige el corazón;
Las domina la obsesión,
Las gobierna la locura,
Y en su mundo de ternura
Es todo contradicción;
Hoy te pueden recibir
Con abrazos y con besos,
Luego te pueden pedir
Con gran rencor y desprecio,
Que ya las dejes vivir,
Que dejes de ser tan necio…