No se si has visto cuando el sol se va
la vida cambia por momentos breves
la naturaleza viva se entristece
y el ave que volaba ya no está.
La luz escapa con tonalidades
del amarillento al gris mas oscuro
y tu regazo que antes era duro
ahora se torna calido y muy suave.
Tus labios rojos, tibios y brillantes
mojan los míos con sus dulces mieles
reclamando mi amor en cada instante
y mostrando la pasión con que me quieres.
Al hacerse mas oscuro, llegada la noche
entre besos y caricias el clímax aflora
vivimos un mundo de caricias, un derroche
amándonos mas que antes, mucho mas ahora.
Ramón Oviedo
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