Bajo siete llaves guardé mis penas,
bajo siete llaves guardé mis trajes negros,
bajo siete llaves guardé el luto de mi alma y cuerpo.
Me negaban mi dicha,
me negaban la felicidad de una novia
mas de blanco me vestí el día de mi boda
ante las iras de aquellos que el luto confundía
con negros vestidos y falsas apariencias.
Yo segura estaba que desde el cielo
de blanco mi madre deseaba verme vestida
el día más dichoso de mi vida.
Y cumpliendo sus deseos
los Ángeles del cielo
como regalo de boda
mi vestido blanco me concedieron.
Bajo siete llaves guardé mis penas,
bajo siete llaves guardé mis trajes negros,
bajo siete llaves guardé el luto de mi alma y cuerpo
Con paso firme e ilusionada
hacia el altar caminaba
luciendo mí vestido blanco,
con cuerpo de guipur,
falda de organdí,
diadema de azahar
y de tul inmaculado el velo.
Al fin me sentía dichosa
por ser una blanca novia,
pese a quienes me negaban
que este día en mi rostro
luciesen felicidad
y amplia sonrisa.
Agradecida a mi amado estoy
porque comprender mis anhelos
y ayudarme a guardar bajo siete llaves
mis penas y trajes negros.
Luisa Lestón Celorio
21 de julio de 1972