En ese vaso de vino
depositó las experiencias
que el hombre con poca ciencia
se lo cuenta como amigo
y comienza a beber
el licor, agradecido.
Por las penas que ha escondido
después de tanto saber.
El cariño de sus años
de su cuerpo desprendido
se vió extremecido
al recibir este daño.
Si la tubiera a mi lado,
talvez la perdonaría
así de nuevo la tendría
y seguiría enamorado
El hombre, siempre me enseñaron
a ser valiente y cortés,
ahora si ella se fué
en su historia no le enseñaron.
Adios bendita señora
te agradezco lo entregado
ese amor algo gastado
en recuerdos desde ahora.