Mis palabras,
son como una gota de lluvia
que cae sobre un estanque.
Producida en lo alto
de una nube en el cielo,
entra al agua, y de inmediato
levanta una pequeña
columna líquida
que subsiste por un instante,
para luego confundirse
integrándose en el agua
ya presente,
pareciera perderse en el estanque
y sin embargo,
provoca unas pequeñas ondas
en la superficie,
que se extienden quizá
con la fuerza suficiente
para alcanzar la orilla.