Me despido de ti amor,
te saludo y regalo el olvido
para que puedas cubrirme de sangre,
para que puedas matarme de frio.
Te despides de mi amor,
sin más que aquel silencio.
Aun te amo y me marcho,
y tú vuelas en el viento.
Y ya nada, se fue todo,
tú me amas, yo te imploro.
Y que seamos dulce olvido,
Viento y alas. Adiós.
Lemos Maximiliano Daniel.
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