Maldigo el poema que siempre escribo.
Que dice lo mismo todo los días.
Palabras que saben a carajillo,
a coñac que destroza las gargantas.
Quisiera una cursilada con rima
deshojar trece pétalos de rosas
-acabando siempre por un me quiere-
glosar vuelos de oscuras golondrinas.
...
No soy yo ese príncipe que tanto buscas.
Nunca treparé hasta tu ventana.
No rondaré tu puerta con mariachis.
Jamás me suicidaré por tus ojos.
bakunin68