Estoy agradecida
por tu generosidad, por tu bondad.
Me diste tu amor,
tu amor en llamarada, el beso anhelado cuando
de mis ojos empañados bebías mis angustias.
Tus besos primeros, y los latidos alocados
me diste la luna, pero nunca la caricia en mi pelo
me regalaste el cielo,
y yo en tu mirada disfruté el paisaje...
Y abandono,
no te odio, al contrario agradezco
hoy no me importa si te has ido
no vengas a mi lado a pedir perdón
no volvamos al pasado
viviremos sin rencores, sin razones
lo nuestro terminó,
como terminan los veranos,
como comienzan los inviernos, blancos y fríos.
Agnesse*
D.R México