Cuando te quise,
quise tu mirar,
tu soñar y tu pensar.
Cuando te quise,
quise tu piel
tus labios, tu aroma.
Cuando te quise,
no solo quise tu cuerpo
también quise tus ideas
tus sueños…, tu alma.
Cuando te quise,
y me quisiste tal vez;
lo más sagrado del universo fue mío;
la perfección de tu nombre
abrazando mi oscura realidad;
eras, como la mano de dios
exaltando el lado más humano
de este mi mundo trivial.
Cuando te quise…
cuánto te quise.