Índigo

Un poema para ti

Cuando te quise,

quise tu mirar,

tu soñar y tu pensar.

Cuando te quise,

quise tu piel

tus labios, tu aroma.

 

Cuando te quise,

no solo quise tu cuerpo

también quise tus ideas

tus sueños…, tu alma.

 

Cuando te quise,

y me quisiste tal vez;

lo más sagrado del universo fue mío;

la perfección de tu nombre

abrazando mi oscura realidad;

eras, como la mano de dios

exaltando el lado más humano

de este mi mundo trivial.

 

Cuando te quise…

cuánto te quise.