Xochiketzalli Miztli
Aquella primera vez
Aquellas palabras dulces
que te acompañan a dondequiera que vas,
y la paz que eres capaz de transmitir a mi ser
no se comparan con nada,
ni siquiera
con el inmenso amor que te tengo.
Ese momento
en el que tus manos tocaron las mías por primera vez,
causaron un aturdimiento y aceleración en mi corazón impresionantes;
aunque eso no tiene comparación
con lo que provocaste en mí aquel instante
en que me besaste por primera vez.
A Oswaldo P.G.