Nieve gris que cae del cielo,
Son las cenizas de un mundo,
Que se quemó en la desidia;
El minutero de este reloj,
Que en mi pecho se clavó,
Me obligó a volver atrás.
Aún recuerdo la felicidad,
Cuando de mi utopía era princesa,
Bella ilusión que nunca más regresará;
Trizado reflejo me mira preguntando,
¿Quién soy en verdad?
Abro los ojos bienvenida seas realidad,
Había que ver y no solo mirar,
Tan delgada es la línea de la justicia,
Pero la mediocridad no puede cobrar más.
Como pintura de Dalí,
El tiempo se derrite de entre mis heridas manos,
Rueda infantil no te olvides de mí;
Dime cuando fue que pasó,
Que la mentira se volvió verdad
Y la verdad fue un sueño,
Que la soberbia se hizo grande
Y el pensamiento pequeño.
Purgar con fuego la roca de la soledad
Y forjar la espada del valor,
Derretir la arena de este amargo desierto
Transformando el dolor en cristal.
Ángel carmesí de dorado plumaje,
Llévate este corazón
En tu inesperado viaje,
Emerge de las cenizas
Cómo el ave de fabulas ancestrales.
Prende las memorias de éste oscuro trance,
La danza del fuego me hace estremecer,
Rogando por el disco quemante
Que llega con el amanecer.
CaZaHe©