Ven, oríllame al sexo.
Marejada de espasmos, manía fibríl
entre sabanas y colchas.
Sube, abre. Éste soy yo,
el que te agota, con quien te posas.
Somos nosotros los que queman,
somos los que hierven el rojo,
los que espantan el frío.
Se humedese tu cuerpo,
se aferra el mio.
De repente tu grito estalla
y también el grito mio.