EL HEDONISMO NARCISO DE DORIAN GRAY:
Deseoso por conservar su reflejo intacto,
reviviría, entonces, el famoso mito del Fausto,
buscando perpetuar su belleza en el acto,
sin importar que su destino se torne infausto.
Eternizando su belleza a un precio muy alto,
y cayendo en el placer de lo mundano,
obedecería, así, a su instinto freudiano,
y al mirar su retrato, lo aturdirá un sobresalto.
Al igual que narciso hipnotizaba su encanto,
atrayendo a las ninfas que corrían a su lado,
una de ellas murió por amar demasiado,
y Dorian al mirar su retrato cayó en espanto.