Segundo acto.
Mis labios en tu pecho
Mi mano sobre tu sexo
Como siento el calor
El fuego de tu cuerpo
La lubricación de tus labios,
Aun de pie los dos dejo un camino
De saliva por tu vientre
Tu blusa a un hay tu sostén se ha ido
Mi camisa a caído.
Tu falda en su lugar
Tus pantis van deslizándose por tus piernas
Llegando al suelo
Mi cabeza ahora bajo tu falda
Mi lengua en tus labios
Húmedos, hirviendo…
Algunas gotas de ti se deslizan
La gravedad hace si efecto
Suave, dulce,
Tu clítoris,
que era un botón de rosa
Ahora ha florecido
Mis ojos están cerrados pero lo imagino
Mi lengua
Se mueve incansable tú con tus manos
Sobre mi pelo, aprietas cada cabello
Tus rodillas se doblan
Los gemidos escapan de tu garganta
Incontrolable te mueves
Te tomo de tus muslos
Gruesos, tu cadera delgada
Pero me encantan estas piernas,
Que ahora me aprietan
Sé que sientes la fuerza de mis brazos
Recorres mis hombros, los aprietas
Cada musculo de mi espalda
Se ha marcado en estos años
Esperando el tacto de tus manos
Esperando el deseo de tus ojos
Y pienso las mujeres tienen derecho
También los hombres son trozos de carne
Que se pueden exhibir y ser mirados…
Mírame desde arriba solo ves mi torso desnudo
Y mi cabeza perdida entre tus piernas
Con el manto de tu falda…
Mi lengua inclemente no se detiene
Quiere beber todo el néctar que emana de tu cuerpo.
Mi boca succiona, mi lengua te penetra una y otra vez…
Siento como una ola gigante se acerca hacia mi rostro,
Imponente con fuerza,
Yo cual luna llamándola
Sunami de tu cuerpo,
Se acerca a mí
Oscuridad…
No lo veo solo lo siento.
Llega sin Clemencia, resbala por mis labios
Salpica mi rostro,
Pareciera que estas muriendo
Mi miembro erecto, pidiendo
Liberar las cadenas de su encierro
De rodillas estoy
Esperando la libertad de mi sexo.