Te enfocas en lo inverso,
en aquello que no deberías,
te sumas a la fantasía
y te extiendes hacia lo surreal,
construyendo historias lindas,
provocando agonías,
hiriéndote con las hojillas de la verdad.
De la pena te sustraes
minimizándote en varias partes:
del sentimiento al pensamiento,
de la ilusión al enamoramiento,
del corazón al alma;
perdiéndote a ti mismo
por cuanto amaste.