... y lloverán sequías sobre la humedecida ojera de los ojos arrojados a la melancolía,
abrirás los pliegues de tus páginas, fundadas en la convivencia del viaje
donde te perderás en las mismas palabras con definición interminable
te
veras
colgada
en la fracción quebrada del llanto
el sonido de lágrimas en cenizas
apagan los colores de aquella sonrisa
te veo desnuda, pálida, quebrada y en ruinas
te veo invisible, imperceptible,
he dejado de escuchar el rebobinar de tus labios ahogados en el silencio...,
das vueltas, girando la sangre del músculo sanguíneo en colisión
con los mismos miedos respondiéndose una vez más la misma pregunta,
he permanecido encerrada mirando el crepúsculo encerrarse en una capsula
mediante la opresión del llanto y las heridas del dolor
me he tumbado el pecho sobre la misma arista puntiaguda
que profana mi alma hasta hacer llover la desesperanza
de encontrarte al otro lado acotado en un punto,
donde te haces pequeño, imperceptible y desnudo...,
y yo invisible trato de escribir mi esencia
invisible decoró cada dibujo de tu piel
con el mosaico que se quiebra en mi mirada,
sé, que aquí en este instante no cabe el sentimiento,
como tampoco quepa la menudencia del pensamiento,
por obra de pensarte a cada momento,
cuando el tiempo nos quita ese recuerdo
que en cada métrica olvidamos al callarnos las consonantes,
que
caerán
como ha caído mi voz sobre la onda visual de tus viajes sin regreso,
en esos oídos pequeños, que fallecen en la defunción
de escribir un punto sin apellido antes de la muerte*
ves como sí existen los milagros,
antes de un adiós,
hay una voz propagándose más allá del silencio-
Mustia dirás-yo te diré, llueve, llueve sobre el ocaso el crepúsculo,
llueve por que la libertad ha engendrado un nuevo concepto de amor*
aquella capsula puntiaguda gritará libertad,
Astro te diré- y brillarás, a pesar de contener toda la melancolía del universo,
siempre con el luto a voz oculta en el pecho,
pero brillarás... verás crecer un sentimiento latente en forma gradual,
mañana ya no podrás soportar tantas luciérnagas,
brillará el amor colgado del espacio, tanta será la colisión, tanta,
que despertarás, con la garganta metálica,
tu mirada perdida en la pálida pérdida de las fotografías añejas,
-sintiendo el dolor gris, expresándose en una utopía de ojos abiertos
desgarrándose en crepúsculos sueños
el óxido en ahogadas lagrimas
y la sangre en una hoja blanca-
/La tapia interminable nos decoró el habla/