Agustinfranco

El derecho que no tienes

 

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Usted, mi amada destructora, no tiene derecho a destruir mi vida,

pero puede hacerlo las veces que quiera

Usted no puede ignorar las huellas que me dejó en el cuerpo,

No puede pasar impune el resto de su existencia sin recibir castigo;

el castigo que se merece por haberla amado.


¡La condeno a morir después de mí!

Y así podré vivir toda mi vida con la esperanza de tenerla.