No podría pertenecer
a otra que no fueses tú.
Vives siempre en mi ser.
Todo lo mío te pertenece,
también mi cuerpo...
Hazme lo que tú desees...
Que mis sentidos
se eleven, hasta alcanzar
las estrellas que
noche a noche contemplamos.
Haz de mi cuerpo,
todo lo que sientas hacia él.
Soy, todo tuyo...
Me entrego como tú
te entregas a mí,
con ese gran amor
y deseos, que nos hace
elevar nuestros cuerpos
hasta el cielo del amor...
Derechos reservados de autor (Hugo Emilio Ocanto -05/04/2014)