Amar al cuerpo amar al cuerpo amar al cuerpo amar a Dios
Amar el silencio, amar al cuerpo amar al tiempo
Amar la vida amar el deseo
Amar el odiar sentir el mundo caer sobre un pie de metal construido
Con la fragilidad de un nido de pájaros que no existen.
Construir un mundo entre los oídos
Escuchar su latido mientras sobre la boca se construye un mar de labios
Que separan el tiempo como un mandamiento sagrado
Que no se toca hasta la noche de los cuervos que se arranca el aliento
Con el deseo de corregir el sabor de un mundo perfecto.