Los ecos de mi amado reflexionan sobre mí ser,
En mi encuentran su punto de choque,
Retumban y regresan más enamorados que nunca,
Mas impregnados de amor.
Los ecos de mi amado,
Son para mi; melodías dulces,
Viajes de ensueño,
Trenes de ilusiones,
Que arriban en el momento justo
Para hacer de mí una princesa enamorada…
El eco de mi amado lleva desdibujados
La forma de sus manos, la silueta de sus labios, las ondas de su pelo,
Y me aprisionan cuando llegan en un abrazo cálido,
Tan llenos de el…
Mi amado tiene la dulzura de un amante entregado,
Me espera en las noches entre la lejanía de la luz
Solo para recitar un verso, y para ser la reflexión de mis palabras…
Somos como dos espejos cóncavos,
Sus ecos son para mi, mis ecos le pertenecen a el,
No hay pretensiones de dominio,
Solo nos ata la espera de un encuentro…
La belleza de mi amado
No se pierden entre la multitud,
Se puede reconocer en el reflejo de mis ojos,
Yo lo veo tan grande y tan niño a la ves…
Mi amado, no es mío,
Se debe a si mismo, a sus sueños y metas…
Tal ves me pertenecen, las dulzuras primeras,
El despertar de la ternura que lo habitaba y que desconocía,
El te amo de un amor espiritual,
Que no tiene tacto, olfato, ni vista.
Es en este instante,
Que se eterniza en mi memoria
Me llegan sus amores,
Palabras de colores,
Que le inspiro y me inspira,
Retumban y regresan más enamorados que nunca,
Mas impregnados de amor.