Y qué tal otra vez? Esto no puede ser verdad!
De nuevo sucede, acepto y me pierde la misma rutina de siempre.
Conozco, indago, descubro y aprendo que por centécima vez todo sigue igual.
Crezco y me vuelvo experta, sabia y discreta,
pero sigo siendo la misma que se pierde sola, se hunde sola, termina sola, y eso no cambia.
Pobre corazón que alimentas sentimientos,
te llenas de remordimientos y crees que distinto todo será.
Sigues estando solo.
Aunque busques compañía y creas estar junto a la razón, solo estás debajo de él, y eso te hace inferior.
Lo que imaginas no es lo que será,
lo que sueñas no se hará realidad;
continuas esperando pero cada día es el mismo y en esa condición siempre andarás.
Y aunque sigas siendo sabio prosigues palpitando, siendo débil, siendo humano.