Espabilado por cauto intrepido,
¡Oh, hombre pavoroso y portentoso!,
que cree en lo que mira,
y no es mas que mentiras,
que cree en lo que oye,
y deja de pensar en la certeza,
y es la realidad otra,
cuando al final llega por temoroso,
y viva la imaginacion que en el despierta,
por fraguar en su pensar cosas que no ve,
y esta lejos del mundo,
¡Oh, hombre miedoso y temeroso!,
que tiene la pasion dormida,
y que no quiere saber mas que lo que ve.