Se dice que, cuando amas, estás triste, feliz o en su defecto molesto debes de tomar un papel y escribir todo lo que sientas... dejarlo ir y después quemarlo. Desde hacia tiempo no tocaba la pluma para hacerlo, me decía -al rato y ese rato se convertía en una espera que no llegaba por una u otra razón-. Ahora que me encuentro \"sola en casa\" -Dios y sus arcángeles me acompañan- porque mi hija acudió a una pijamada... Me viene la necesidad de escribir. Las emociones y sentimientos me sacuden, confieso que es muy fuerte y doloroso al mismo tiempo.
¿La vida tiene que doler para aprender?
Porqué la pregunta; son muchas las veces que he tomado el teléfono para platciar con alguien... y ese alguien nunca me llama, vamos ni siquiera un mail o mensaje de alguna red social, he sido yo la que busca la compañia... entonces ¿qué estoy haciendo? ¿mendigando?
Mendigado:
¿tiempo, cariño, espacio?.
Una y otra vez me repetí las palabras: YA NO...
ya no mendigar cariño,
ya no mendigar amor,
ya no mendigar espacio,
ya no mendigar tiempo.
Eso es lo que hacía... mendigar, mendigar cariño... por la necesitad de sentirse querida, escuchada... y, ¿cómo valorarme los demás? si no lo hago yo misma. Tuve que urgar dentro de mi alma y corazón para encontrar respuesta, sincerarme conmigo misma... duele, duele verte tal y como eres, reconocer tus puntos débiles... lloras y lloras -tu alma descansa-. Duele saber que te equivocas, pero... pero es una sabiduría cuando ves esa radiografía de tu ser y te das la oportunidad de decirte a ti misma: me quiero,me valoro, me abrazo y me amo, por lo tanto YA NO.
Cuando la oruga penso que era el final,
apareció una hermosa mariposa.