Ella siempre soñadora
pasa sus días buscando historias.
Intentando que alguna de tantas
se convierta en propia.
Todo es válido a la hora de soñar.
Una casa en la playa
con vista al mar.
Desde donde disfrutar ver junto
a su amor
a sus niñas jugar con caracolas.
Un desayuno compartido.
Risas y carcajadas, una guerra de
almohadas, y abrazos de amor.
Sueños, magia, deseos,
que se hacen realidad en el tiempo.