Son flores disecadas
los pasos sin destino de un niño
que juega a perder la sangre
Se hace el rocío del llanto
se destila la luna de lo sombrío
el alba abre las alas y se hace eclipse
nace una triste promesa de regreso
mira los ojos de la esperanza cerrarse
la mentira la devora como león hambriento
Al salir el sol podremos escucharlo gemir
dejó en gravidez la noche de las despedidas
gritó con sus tifones
Donde se sostienen sus pasos
estraga el hambre
y se funden las sombras con el viento
Son las tierras donde los encontraremos
jadeantes en las fauces de la inanición
Este es el retrete del mundo
ámbito de miserables
son los días y las noches
donde su alma está plasmada
la ira impotente que el sol tuesta
el llanto que usa las llaves de la muerte
el aliciente que se acurruca
y antes de morir mira a un buitre
y la muerte lo mira
Algunos al final deben dar gracias
por su corta vida