Esto iba a suceder
no se puede pensar de por vida
en la tierra
hay que ganarse el sueño,
creer en la utopía,
hacerse un jugo de naranja
para cuidar del cielo
en tiempos de lluvia.
Sabías que esto ocurriría
y a pesar de todo
te hiciste un chaleco antibalas
con las fantasías americanas
que no van más allá de las fronteras.
No te puedo refutar
si las afirmaciones ya las tenías
debajo de la almohada
y estabas al tanto,
acechando el momento final
donde dijeras:
yo soy de Neptuno.