Como cuando te vi acariciar
ese espacio de cadáver exquisito
aquél campo de piedra lunar
la secuela de una historia igual
la nostalgia de un adiós.
Y si no fuera por escuchar
el rugido del fiero mar
Si no fuera por verte allí
entre el silencio de la contemplación
en el alma de mi canción.
Como cuando te sentí caminar
en la dirección del soñador
hacia el plus ultra de la verdad
paso firme al renacer
una saeta de cara al sol.
Blas Roa