Añoro esa tranquilidad en mi alma
que me hizo pensar en el secreto de mi vida,
la que me dió el sueño cada día
y el sentimiento mas profundo.
Añoro saber, que cuando parta
deseándote la vida entera en tu puño,
apretada para que no se pierda,
que no le cuentes mas a ella
nuestras noches de amor,
que no le cuentes mas de mis cuentos
cuando dormías con ellos;
que no se sepa mas de mis latidos,
de mis arrullos. Que no se sepan.
¡Como voy a contártelo!
Si no encuentro las palabras
que a cada segundo pienso.
¡Cómo te podría hablar!
Si has quemado las palabras
en las brasas del pasado.
Necesito la tranquilidad del alma.
Si te quise muy poco a poco
por momentos, de lejos,
con las manos vacias de tu amores
cuando las necesitaba mas,
con la distancia en el medio
tu tiempo falto de gana.
Por eso cuando me vaya,
solo puedo hacerlo así,
poco a poco, por momentos,
de lejos en tu distancia
con las manos vacias de tus manos,
y no sentir que las quiero.
Añoro la tranquilidad del alma, encerrada
en una burbuja que explota
cuando quiero hablarte
y no encuentro las palabras
que otras veces encontraba.
Añoro saber que ya no la cuentas mas
como me alejé de tí
siendo tu quien te alejabas;
como escapó la belleza robada,
como te amaba de lejos
y no escuchabas;
que ya no la cuentas mas
mi vida de enamorada.
Quisiera marchar
dejándote el alma libre.
Que el perdón
ya no esté suspenso en mi.
Sabiendo
que mi pasado
ya es mío
y no lo vive nadie mas.
Eloisa