A LA ALONDRA QUE SE FUE
Autor: Alexander Janampa Taquiri (D.R.)
Ica, 15 de diciembre 2011
La existencia te trajo hacia mí...
La existencia me llevó hacia tí...
Cual Alondra tierna, surcando los andes,
En raudo vuelo, por el horizonte diáfano,
Posaste tus alas, aun temerosas, en mi comarca...
II
La pregunté: ¿Porqué has venido? ¿Qué te trajo a estas tierras?
-Tengo heridas y mucho dolor, ¡quiero sanar mi vida! ¿Ves mi corazón?- pronunció con voz apesumbrada,
¡SI!... empero, alégrate, aquí hay lugar para sanar tu alma dolida...
III
Fueron incontables segundos, instantes extraordinarios,
Horas benditas y meses inenarrables,
En los que aprendí a leer sus pensamientos,
Ver sus emociones, contemplar sus sentimientos y actos,
Sobre todo a ESCUCHARLA... y en ese SILENCIO CONTEMPLATIVO,
Descubrí que ¡yo llevaba el mismo dolor que ella!...
IV
En esta comarca donde construyó su nido,
Alondra halló la paz de su alma,
Pues cada mañana su corazón risueño,
Gorjeaba una canción matinal,
Y, es así como surgió su DESPERTAR HACIA LA LUZ,
¡HACIA LAS ESFERAS MAS ELEVADAS DE SU SER!
V
Una noche, sin saber cómo, ni porqué,
Los vientos del destino, acechando furiosamente,
Las tierras del Huarango y de la Vid,
Irrumpieron abruptamente, con voces huracanados, para destruir su nido,
Y ella, siendo avecilla tierna e indefensa, alzó débilmente el vuelo,
Para retornar a su \"Paqarina\", desapareciendo como por encanto,
Y yo, sólo atiné a balbucear tenuemente, con voz entrecortada pronuncié:
¡LO SIENTO, PERDONAME, GRACIAS, TE AMO!