OLLANTAYTAMBO (ENIGMÁTICA FORTALEZA)
Viendo esas inmensas rocas vitrificadas, cortadas y unidas misteriosamente nos deja la constancia que nada sabemos del pasado. ¿Cómo las trasladaron si n o tenían rueda? ¿Cómo las elevaron, cómo las cortaron y unieron?
Un monumento arqueológico.
Y su nombre es, mezcla de paisaje y leyenda,
su pueblo gentil acogedor, risueño, trasnochador.
“Punku punku, la puerta de los dioses”
hoy, la puerta de la historia
donde empieza la escalada
por las escalinatas de piedra
y sentirla , palparla, lisa al tacto
a pesar de ser brumosa a la vista.
Contemplar las inmensas escalinatas
desde el punto inicial, parece increíble
que se pueda subir tanto y no desfallecer,
porque el espíritu inquieto no conoce de impedimentos;
porque antiguos espíritus nos llaman desde las cumbres;
nos invitan a vivir la magia impregnada en sus muros.
Una vez en lo alto, detrás de la inmensa piedra sagrada
las frías nieves perpetuas de los Andes
testigos eternos de paso del hombre
por esos lares y vigilantes amorosos de su herencia.
Es como un regalo de belleza natural
para la vista ansiosa de maravillosidad.
La montaña convertida en almacenes,
desde el otro lado nos saluda.
La piel se estremece de tanta sabiduría impregnada
en la montaña.
El sol, la nieve, el viento cuidan de los monumentos.
El alma se satisface y se llena de contento.
OLLANTAYTAMBO, despierta
Con el sonido del ferrocarril
Que lleva el visitante al destino final…