Antonia Ceada Acevedo

Yo mar

 

Me rocías

refrescándome de misterios

      en tus bajamares intensos...

 

conociéndome tan insignificante,

     me abrumas contándome de tus mareas,

      de  tus horas y tus amarguras.

 

   Y    en las arenas de mi playa

me humedezco  fielmente

        con tu cuerpo revoltoso

que resbala por mi piel

      como  tu espuma blanca chorrea por  mis piernas...

 

me  sumerjo en  la ley del vivir y morir

      con tus  caracolas lejanas, ajenas,

 y  golpeas agitadamente mi incertidumbre

     y de par en par el sigilo común.

 

       A menudo  me arrastras,

      me llamas desde tu inmensidad

      prometiéndome ser  sirena en tu jardín.

 

Me convocas donde la brisa se despeña

 O en la claridad  de las dunas,

      entonces, mi mar de dentro, se viste

     para bailar contigo

anexándonos popa al salitre...

 

     

añadimos  hechizo a tus orillas.

a la  hora del crepúsculo,

Y tu alma  me huele a dolor,

      a tortura ,  a aflicción:

      a empeños de cuerpos malparados,

a deseos  pendientes bañados de  esperanzas

traficadas  o expendidas.

 

En tu borde moreno y calado,

      cuando el sol acaricia

mi algaida  y mi onda,

las gaviotas…

ay,las gaviotas  y los peces

me abrazan, gozosos,al  despertar la mañana,

      entonces tu, mi mar,

      me habla de lo que nadie nos conto

      y  mis pasos presurosos

      interrumpen el  espejo  claro de tus aguas

      en los límites  del momento.

 

      Entonces me hago de sueños de sirenas

      y dejo mecer  los sentimientos dormidos

      en cada verso, en cada letra…

en cada burbuja ,en cada lágrima salada.

 

 Entonces,

Yo, “la Mar”   canto a los cielos,  y a las palmípedas,

a  barcos desconsolados que la erudita  llama,

a bancos de caballas o jureles

      que rastrean  su amor exasperado.

 

      Y mis pasos, que el fluido  borra

se  guarda en la luz dorada,

entre  poemas de esperanzas  malvas

      que voy soplando a  los vientos,

      al agua, a las olas, a las gaviotas...

      a todo lo que añoro ,a ti…

 

 

Antonia Ceada Acevedo