Como si el tiempo no existiera, acrecientas en tu sien un sinfin de amarguras embebidas en aceite;
Te ahogas en tus propios recuerdos, te desmoronas hacia la nada.
Como si no sobraran dias, como si el mañana no existiera
Como si quedara el alma en un destierro eterno, en la pura y más infima soledad,
Acumulas odio, rencor y necedad dentro de tu baúl ornamentado en dolor.
El alma se marchita, pétalo a pétalo
Se va la vida, poco a poco.
Y solo quedas tú, en tierra seca dubitando en luchar por vivir
O negándote al vivir.
Tu vida apócrifa, tu carne ilusoria
Tu ser enterrado.
Tú.
Desfalleces.
Sin sueños.
Sin nada.
Sólo déjame darte vida.