Otoño quizá, y eso lo interpreto no por que supiera realmente el mes, pero el aire acariciaba mis mejillas y el cabello no podía mantenerse quieto. Las hojas desprendidas de los arboles revoloteaban a mi alrededor, dejándose llevar con tanta ligereza como un alma que se desprende de su cuerpo, para llegar así al destino al que pertenece con cada paso que daba. El crujir de las hojas era melodía para mi oído, combinándose con la agitación de mi respiración y los latidos de mi corazón. Recuerdo un árbol de tronco alto y grueso que aún conservaba gran parte de sus hojas; a través de él, solían colarse algunos rayos de luz, los cuales revelaron tu presencia. Me apresure a alcanzarte, tú me rodeaste con los brazos, y sentí la calidez de tu cuerpo. Apenas rozaste mis labios con los tuyos y me apretaste contra tu pecho… no dijiste nada; y yo que tenia tantas cosas que decir, callé; y solo pensé en sentir de nuevo la dulzura de tus labios, fue así que cerrando los ojos, decidí ser una hoja y dejarme llevar por ti, que eras mi viento. Acariciaste cada parte de mi cuerpo y podría jurar que besaste hasta mi sombra, y sin abrir los ojos, aun así pude ver como tu cuerpo se fundía con el mío, haciendo explotar una y otra vez tantas emociones… y fue así que entendí el significado de hacer el amor.
Hay un chico y una chica, a los que les gusta compartir su tiempo. Nunca es poco, nunca es mucho, pero disfrutan el poder hablar de cualquier tontería, tienen cosas en común, pero no se puede decir que son almas gemelas. Él la quiere, y ella a él; Él la respeta y ella lo admira. Él le dedica canciones, y ella siempre lo piensa; Él le escribe poemas, ella le manda mensajes; a él le gustan sus ojos, a ella le gustan sus venas. Él le besa su mano, ella acaricia su pierna; él le regala un beso, que ella siempre espera; ella ha cometido a errores y el también, él le toma la mano y ella la aprieta; él le deja la decisión del camino a seguir, ella emprende el paso sin la más mínima idea del lugar al cual llegarán…
… Hacer el amor, eso era lo que repetía al momento de abrir los ojos, entonar el oído y escuchar a mi madre diciendo que ya era tarde. Un sueño, pensé. Y en ese momento recordé la frase del libro que me obsequiaste: “El que hoy seas un poco más feliz, no quiere decir que no te sientas un poco más triste”, pude comprender un poco más el significado de esas líneas.
… Y es que la manera de quererse no tiene explicación, como saber qué camino tomar. Si el que parece ser el correcto terminará por alejarlos un poco más, y es que quien les manda ser adictos a sus besos, entregar al corazón ignorando a la razón para después al momento de la verdad, dar un paso atrás…
“La historia del amor” ese es el título del libro. Y ¿Cuál es el título de esta historia? Así como tu, recuerdo aquellos tiempos en el que solíamos platicar por internet. Me encantaba platicar contigo, recuerdo la primera vez que salimos; fuimos a ver una peli, los 4 fantásticos, si no mal recuerdo. Ese día me cambié 3 veces, quería causarte una buena impresión y me daba un poco de miedo no lograrlo, traté de borrar ese temor y después surgió otro: ¿Qué diríamos cuando no estuviéramos en el cine? No sabía que tema tocar para no aburrirte. Y sin embargo, recuerdo que ese día hablamos y hablamos, me diste la confianza de mostrarme tal cual soy, y esa confianza la sigo teniendo. Después hubo más salidas, mas conversaciones, mas curiosidad por tratarte y aprender de ti, fue entonces que me sorprendí pensándote, y entendí que me gustabas, y al pasar el tiempo mi interés por ocupar un lugar en tu vida, crecía y crecía y así me enteré que me estaba enamorando de ti…
… Un paso atrás y dos más adelante, llegando al punto de no saber qué hacer, como actuar, y en vez de elegir el final feliz y misericordioso; como dice delgadillo. ¡No! ¡Optaron por la amistad larga y mal intencionada! pero al mismo tiempo, linda y enriquecedora, según la chica. Y los dos trataron de verse como amigos, esos amigos que hacen todo por ayudarse para alcanzar lo que cada uno anhela, apoyándose en todo sin dar explicaciones, y en parte lo encontraron, según el chico, y eso hace que la chica recuerde otra canción; a ver si adivinas cual es: “Recuerdo al chico, era mi chico ideal, al cual yo amaba, pero nunca pude tener”, y se quedó esperando señales de vida, mensajes, evidencias de amor…
…. Si, definitivamente me había enamorado de ti, sin embargo fue en el momento menos indicado, vuelvo a repetirlo, no supimos reconocernos; y si lo hicimos, dejamos todo en manos del destino. El cual nos llevó por caminos diferentes…
… Pero la evidencia de amor jamás llegó. Y la chica, desesperada e impaciente, decidió seguir. Dejando todo atrás; y es que ahora entiende que lo que el chico tomo por la riqueza del silencio, fue en realidad la pobreza de no ser oído, por aquella chica que tanto anhelaba escucharlo…
… Caminos diferentes que en algún momento se volvieron a cruzar. Luego llegó aquel viaje, donde paso todo como un huracán (y un huracán literal). Solo que estábamos más concentrados en olvidar todo lo que fuera ajeno a nosotros y disfrutar solo lo que ocurriera entre tú y yo, que no importó nada, y todo pasó desapercibido…
… Y entonces llegó el momento en que la voz se dejó oír y el chico confesó todo lo que nunca se atrevió a decir. Todo lo que la chica deseaba escuchar al fin lo escuchó. Tarde para variar, pero bueno, más vale tarde que nunca. Pero el asunto es que esta vez ya se involucran terceros, y eso es lo que a la chica le pesa. Porque es difícil tomar decisiones, porque la chica se confunde cada vez más y la distancia se hace más corta y más larga a la vez. El placer crece a la par que la pena, y la cruz se hace más pesada al tiempo que la fuerza se agota…
… Y ese es el conflicto que aún tengo al estar a tu lado, todo se olvida o todo quiero olvidar, solo quiero pensar que eres tú y yo y nadie más. Pero al momento de despedirnos regresa la doble moral…
… ¡Y si! La fuerza se agota, pero la chica decide que aún puede con la cruz, no sabe por cuánto tiempo pueda o quiera. Pero en este momento ha tomado la decisión de seguir y seguir, ahora le toca al chico decidir si la ayudará a cargarla o la ayudará a liberarla de ella, en este momento decide si continua en el camino que ella tomó. Ese camino incierto y sin promesas, sin nada seguro. O si cambia de dirección o regresa por el que venía…
… Esa moral que ambos tenemos y ambos queremos ignorar, tratando de justificar los actos con egoísmo. Egoísmo que justificamos en el nombre del amor que nos tenemos…
… La decisión del chico aun es una incógnita, al igual que la de ella. Así que esto quedará a la imaginación, pero lo que sí se sabe; es que la decisión que se tome será la mejor para ambos, porque eso es lo bueno de todo. El chico y la chica siempre buscarán lo mejor de mejor (o lo mejor de lo peor) para cada uno, porque eso es lo hermoso de la relación. Aún a pesar de todo siguen deseando el bien el uno al otro, y siguen y seguirán presentes en la vida de cada uno… de una o de otra manera, pero ahí seguirán…
…Amor que es confuso, amor que es real; amor que lastima, amor que se disfruta; amor que da placer, amor que da dolor; amor que enriquece, amor del cual se aprende; amor que se sufre, pero que gusta, amor que mata y a la vez salva, ese amor que condena, pero también amor que libera…
… Hay un chico y una chica, los cuales en este momento comparten el tiempo juntos. El cumple años, y ella le dice ¡Felicidades!. Resulta que él la ama y ella a él. Quizá no como ella necesita, quizá no de la forma que él quisiera ser amado… Ella le brinda un abrazo y espera que él le corresponda con un beso. Y si, ella piensa que todo esto es incorrecto; pero su corazón se sigue agitando al igual que el de él…
… Resulta que a este amor se le puede dar muchos nombres, y puede que mucha gente pueda ser protagonista. También puede que hoy sea otoño, o se imagine que lo es. Puede que hoy decida ser hoja y dejarme llevar por ti, si decides ser viento…
…Resulta que a esta historia se le puede poner muchos títulos. Pero el final no lo pones tú, ni lo pongo yo; Ese lo pone el corazón. Asi que hasta que este se decida a escribirlo, dejemos el espacio en blanco…
… Y solo porque tú lo pediste, dejemos también que las palabras sigan llenando capitulo tras capitulo en el libro de cada uno…