Cual marinero, mar a la deriva
ya han pasado meses, no hay salida.
Cada vez más la esperanza se apaga,
las fuerzas menguan, la cabeza estalla.
Pasea por su barco, sin dejar huella
pues cada paso que cree adelante
es borrado por la espuma, la sal del mar.
Sólo la madera desgastada es la prueba,
De una existencia sin legado, sin hallar,
por bandera la espera y el llanto.
su tesoro, encontrar la felicidad.
La desesperación lo pone a prueba,
pero sabe dentro, que algo va a cambiar
avistar tierra es su deseo, su anhelo, su necesidad.